Hilary comentó en una nueva entrevista con AOL qué a veces es "difícil" cocinar para sus tres hijos Luca, Banks y Mae. "Es difícil. Algunos días son más difíciles que otros", explicó. "No tenía idea que iba a ser así de complicado". "A todos les gusta cosas diferentes y son muy quisquilloso. Luca vive por el caviar, si vienen sus amigos, ponemos papas y caviar, y está feliz. Es difícil para mi complacerlos. No comen coliflor, pero aman el brócoli. No les gusta el kiwi, pero aman las manzanas", continuó, agregando que entre las comidas rápidas que a sus hijos les gusta están las alas de pollo, los vegetales asados y la pasta. "Les encantan las cosas saladas", dijo. "Pero luego, en el momento en que trato de poner un poco de ralladura de limón o algo así, dicen: 'Eso fue diferente'. Una vez, estábamos cultivando bok choy y Luca lo comía crudo desde el jardín, pero una vez que lo cociné, fue un rotundo no para él".
Hilary contó que revisa las loncheras de sus hijos todos los días después de la escuela para evaluar qué fue un éxito y qué no se comió. "¿Qué fue un éxito? ¿Qué funcionó? ¿Qué no funcionó?" explicó. "Quieres su aprobación en cosas, es una locura". Sin embargo, la actriz afirma que todo se trata de "balancear" las comidas. Eso aplica tanto a sus hijos, como a ella misma. La artista se dio cuenta que su relación con el alcohol cambió en sus 30s. "Solía tomar tres vasos de vino en una cena con amigas y ahora me despierto a las 3 de la mañana con ansiedad pensando si estoy haciendo las cosas lo suficientemente bien o no", explicó. "Luego estoy como: 'Ah, ese es el vino. Es el vaso extra que tomé. ¿Qué diablos?'". El azúcar es algo que Hilary no consume: "Si tengo una rutina muy buena, el momento en el que reintroduzco el azúcar en mi dieta dejo de lucir bien. Mi rostro se hincha".
0 Comentarios